Tengo 37 años. Realicé mis estudios desde la etapa inicial hasta terminar la secundaria en la escuela pública, la Escuela Normal de San Salvador de Jujuy. La misma escuela donde crecimos junto a mis hermanos y donde mi mamá fue docente toda su vida. Al terminar el colegio me fui a estudiar a la provincia de Córdoba, donde tuve la posibilidad de recibirme de Licenciada en Administración en la Universidad Nacional, gracias al esfuerzo de mi familia y al mío ya que trabajo desde los 22 años. A pesar de que en Córdoba tenia trabajo y expectativas laborales, decidí volver a Jujuy, porque creo que puedo aportar al desarrollo de la provincia donde nací, y porque fueron muchos años lejos de mis seres queridos. Desde chica me gustó realizar actividades solidarias y aportar mi granito de arena, eso me lo enseñaron mis viejos. Mi madre docente siempre con el corazón y los brazos abiertos para enseñar. Mi padre – que ya no está- laburante, cocinero y militante, me transmitió los ideales y valores del peronismo. Recuerdo que cada Dia del Niño, realizaba alguna actividad para los que más lo necesitaban. Y eso viví, con eso crecí. Soy peronista por historia familiar. Crecí en los años 90, una época donde la política era mala palabra y donde los que la practicaban lo hacían solo por intereses individuales. En mis épocas de estudiante universitaria, y en medio de mis actividades solidarias con la Iglesia a la que asistía, los gobiernos de Néstor y Cristina me enseñaron que es la política la herramienta a través de la cual se puede transformar la realidad de todos los argentinos y argentinas y decidí involucrarme. Creo que es el Estado el único reparador de las injusticias sociales, que es el Estado el que debe intervenir para regular al mercado y poner igualdad ahí donde la mano invisible jamás llegará. Sueño con un mundo, un país y una provincia más justa. Creo que podemos ser un país con soberanía política, y con independencia económica como lo soñaron Perón, Eva, Néstor y Cristina.